lunes, 20 de diciembre de 2010

Los Knicks vuelven por Navidad


El 6 de junio de 1946, se le adjudica al Madison Square Garden una franquicia. Franquicia que jugó el primer partido de la ya desaparecida BAA. Los New York Knickerbockers o "Knicks" como son conocidos llegan a su primera final de la NBA en 1951, ante los Rochester Royals, con los que perdieron los tres partidos.
Tras años de cambio y difíciles, en la temporada 69-70 llega el primer título al vencer a Los Ángeles Lakers en siete partidos, tras eliminar en semifinales a los Bucks de un tal Kareem Abdul-Jabbar. En esa época destacaba Willis Reed, que jugó lesionado unos minutos del partido definitivo, lo cual hizo motivar a sus compañeros, su número 19 está retirado y cuelga del Madison, al igual que el de los otros cuatro titulares de ese séptimo partido. En la temporada 72-73 llegó un nuevo anillo y también a costa del equipo angelino.
Tras la retirada de Reed el equipo bajó a la realidad y tras varios entrenadores como el propio ex-jugador, Holzman o Hubie Brown tuvieron la posibilidad de escoger al número uno del draft del 85, Patrick Ewing. Se llevó el novato del año, aunque con récord negativo dos temporadas seguidas. Así llegó otra leyenda de los banquillos, Rick Pitino.
Pero dejo ya de lado un poco la historia del equipo (el que desee saberla puede encontrarla en cualquier página relacionada con ésto). Sólo quiero decir que esos Knicks que maravillaron en el Madison y en cada estadio de la NBA vuelven. Nunca fueron un equipo ganador de anillos (como si Boston o LA), pero siempre fueron un equipo de playoffs y finales de conferencia, y parece que este año vuelve el baloncesto alegre para conseguirlo de la mano de Mike D´Antoni. Felton, Amare y Galliniari como jugadores estrella, sobresaliendo el pivot que llegó a estar en NUEVE partidos consecutivos por encima de treinta puntos.
El baloncesto rápido, el run&gun, pero sin olvidar la defensa y la alegría de jugar al baloncesto. Son un equipo histórico (12 jugadores que pasaron por la ciudad están en el Hall of Fame) que estaba desaparecido, pero vuelven. La poesía neoyorquina vuelve a interpretarse en el Madison Square Garden, uno de los estadios más míticos de la NBA. Los Knicks parece que vuelven demostrando todas sus armas y lo mucho que se les hechó de menos, vuelven como volvieron las oscuras golondrinas. Vuelven a hacernos disfrutar. Para orgasmo baloncestístico no hay más que ver la primera parte del partido de esta semana contra Miami. Cierto que la segunda puede ser decepcionante, pero la primera es maravillosa.
Este año parece que si, los Knicks vuelven al Madison por Navidad.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Robert Horry y yo


Robert Horry nació hace 40 años en Maryland. Quizás muchos que no sean aficionados al baloncesto le vean simplemente como el doble de Will Smith. Otros, que sigan el baloncesto de vez en cuando o los más jóvenes lo recordarán como un jugador para completar rotaciones en equipos campeones. Los más expertos quizás amplíen diciendo que ganó 7 anillos con 3 equipos diferentes. Quizás a ninguno le falte razón, pero para mí, Robert Horry es algo más, es un ídolo. Gracias a él comencé a aficionarme por el baloncesto. Antes era un mero seguidor que veía algún partido muy de vez en cuando. Pero llegó el año 2005, un quinto partido de mis Spurs contra Detroit en las finales, y apareció un jugador con el número 5 en la espalda, un jugador al que Andrés Montes llamaba "ese extraño elemento". Triple sobre la bocina en el tercer cuarto, más de 10 puntos en el último y actuación asombrosa en la prórroga. Un mate por encima de Richard Hamilton y un triple para ganar el partido en Detroit y prácticamente darle el anillo a la franquicia texana.
Yo hasta ese momento era un seguidor de los Spurs porque me tocó vivir su época dorada, dos anillos y ese tercero, me enamoré (baloncestísticamente) de Tim "siglo XXI" Duncan, la gran pareja interior que hacía con el Almirante Robinson. Pero a partir de ese día vi el baloncesto de otra manera.
Desde ese día procuré llevar el número 5 por él en el equipo (el 15 si no podía ser), y fue el primer pivot que me demostró que a pesar de tener que luchar en la pintura también se puede tener una dosis de calidad y tirito. Siete anillos le avalan (94,95,2000,2001,2002 y 2005) con tres equipos diferentes (Houston, LA y Spurs). Más de 10 puntos y 5 rebotes en su temporada de rookie con cerca de 30 minutos de media. Más de 1100 partidos en liga regular y 244 partidos en playoffs, el récord hasta ahora.
Pero a lo que iba, con él empecé ya a ver partidos de con más intensidad, a engancharme y sobre todo a ver vídeos y a informarme sobre Robert Horry, Big Shot. Un jugador, un ala-pivot, que no le temblaba nada la mano para lanzar en los momentos decisivos. Y no era el típico jugador solitario que se hace la jugada, no. Prácticamente el balón le caía en las manos para que él lo lanzara. Por ejemplo, cuando su triple le dió un anillo a los Lakers, no es para él la jugada, el se queda abierto en el triple y el rebote tras un fallo le cae, la mete. En 2005, tira para ganar el quinto partido porque le dejan sólo en una mala defensa. EL DESTINO QUISO QUE FUERA ÉL.

Dos vídeos suyos para disfrutar:
http://bit.ly/6YCa7L
http://bit.ly/80sAB